Devocional miércoles 5 de marzo de 2025.
Buenos días. Les saluda el pastor David Aranda en este miércoles 5 de marzo de 2025.
El día de hoy estaremos meditando en el pasaje de Génesis 18:16-33.
Los visitantes de Abraham tuvieron otro motivo para visitar su casa. Cuando los invitados se levantaron para irse, Abraham cortésmente los acompañó para despedirlos. Notó que se encaminaban al sudeste, hacia Sodoma, a sesenta y cuatro kilómetros de distancia.
Entonces habló el Señor. “¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?” Por varios motivos, Dios quería darle a conocer a Abraham anticipadamente sus planes de enviar su juicio de fuego sobre Sodoma.
Cuando los dos ángeles se dirigieron a Sodoma para cumplir con su misión, Abraham detuvo al Señor, rogándole en seis ocasiones que perdonara a la ciudad por amor a los creyentes que allí había. Hay algunas características de su oración que son dignas de mención.
• Se basó en la misericordia, no en el mérito. Abraham sabía que el mismo corazón pecaminoso que latía en el pecho de los habitantes de Sodoma y Gomorra latía en el suyo, y que sólo la gracia divina lo guardaba seguro de la justa ira de Dios.
• Fue una oración generosa. Abraham quería que otros experimentaran la misma misericordia que él mismo tenía.
• Fue audaz. Seis veces se atrevió a suplicar, apelando al amor de Dios contra su justicia. “Dios, seguramente no querrás dar la impresión de que destruyes ciudades y aldeas, al inocente y al culpable sin discriminación”.
El siguiente capítulo de Génesis nos ayudará a ver que Dios contestó la oración de Abraham. En realidad, hizo más de lo que había prometido. A pesar de que no había ni diez creyentes en Sodoma, Dios rescató a Lot y a su familia.
Mientras Abraham suplicaba por Sodoma y Gomorra, los habitantes de esas ciudades seguían con su vida cotidiana, alegres y despreocupados del peligro que los amenazaba (Lucas 17:18–29), sin saber que dentro de veinticuatro horas una tormenta de fuego divino los iba a consumir.
Este pasaje nos muestra la misericordia y el amor del Señor frente al pecador. Aun llevando una vida alejada y desordenada, Dios muestra su misericordia no destruyendo la maldad dando oportunidad al arrepentimiento. Este pasaje me hace pensar en la oración de intercesión que sus hijos hacemos frente a persona que no viven conforme a su voluntad. El escucha nuestra oración dando oportunidad al pecado, Dios es paciente, pero sin duda, el juicio es inminente.
Dios realmente se digna a considerar nuestras oraciones mientras gobierna el mundo como este relato demuestra.
Oremos: Padre Santo y bueno, gracias, Señor por el día que me permites ver y respirar. Alabo y glorifico tu nombre porque eres bueno y para siempre es tu misericordia. Gracias Señor por eres paciente frente a mi maldad. Gracias Señor porque cada día me muestras y redarguyes de las cosas en las que te fallo. Perdóname, Señor, y hazme caminar en rectitud. Dame Sabiduría para escuchar tu voz. Te ruego por aquellos que aun no te conocen, ten misericordia de ellos Padre, usa mi vida para hablarles de tu hijo Jesucristo y abre su entendimiento para que acepten tu palabra, en el nombre de Jesús. Amén.
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